sábado, 9 de noviembre de 2013

AMOR VERDADERO

Cuenta una historia que un hombre mayor diariamente acudía a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer.
Ella llevaba algún tiempo en ese lugar ya que tenía un Alzheimer muy avanzado.

Iba a paso lento, disfrutando del panorama que la calle le ofrecía y disfrutaba saludar a todos a su paso y darles una sonrisa. No se preocupaba por llegar pronto o tener demasiada prisa, ya que su esposa no se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana… pero deseaba verla de nuevo como el día anterior y todos los días anteriores…

Llegó como todos los días a la clínica con una rosa y una gran sonrisa para su mujer y pregunta a la enfermera como es que está ella, como paso la noche, si preguntó por el o por alguien…

La enfermera le dice:
Lo admiro señor, porque pese a que ella no sabe quién es usted, se preocupa por saber todo de ella… y él le contesta:

-Sí, es cierto, ella ya no sabe quién soy.
Hace ya casi dos años que no me reconoce.

-Y si ya no sabe quién es usted,
¿Por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?
Hablando sin prisas, pensando una respuesta, el buen hombre contesto:
-Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella. Recuerdo cada una de sus carcajadas, el parto de cada uno de nuestros hijos, como olvidar la rica comida que siempre me preparaba para cuando yo llegaba de trabajar, imposible olvidar el amor que me dio, los años maravillosos que pase con ella… fíjese usted que si yo me metía a bañar, al salir, ya tenía lista sobre la cama mi ropa y zapatos, ni siquiera había que pensar en que debía ponerme, si yo me enfermaba, ella estaba ahí dispuesta a darme mis medicamentos y a prepararme cuando remedio de la "abuelita" le decían para que yo pronto me restableciera… tantos y tantísimos recuerdos juntos que no me alcanzan los días para revivirlos de nuevo, solo necesito cerrar los ojos para sentirlos y vibrarlos…

La enfermera no puedo retener las lágrimas por sentir el amor tan inmenso que ese hombre le tenía a su esposa, pocos como este señor pensó.

*El verdadero amor, es mirar a la otra persona y ver todo lo que es, así crudamente y sin anestesia: lo que ha sido, lo que será y lo que ya no es… y que nada importe! sólo el amor.

PORQUE EL VERDADERO AMOR, NO CADUCA JAMAS!


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